Conoce Fûryûkan Bugei

Viaja a Japón sin moverte de Valencia

DÔJÔ Tradicional

Este tatami es singular, está elevado sobre el suelo, está construido con material innovador para amortiguar el impacto, por lo que garantiza la seguridad del practicante evitando cualquier lesión al ser resiliente nos permite practicar más tiempo proyecciones y trabajo en suelo.

tatami tradicional japones

Estancia Japonesa

En este espacio de 8 tatami, donde actividades complementarias al estudio y carácter del caballero clásico se efectúan. Mismo en nuestro programa alumnos estudian cha no you (ceremonia del té) de la tradición que nos ha sido legada.

Izakaya Bushi no Kyukei

Espacio para las actividades de gastronomía, alumnos aprenden sobre múltiples platos como elaboraciones.

Nada mejor para conocer la cultura japonesa a través del estomago. Solemos hacer talleres y cursos como eventos de degustación.

DOCENTES

Shidôshi
Luis Nogueira Serrano

Director Fundador y mentor

Clases: Lunes, Miércoles, Sábados

Shidôshi
Rebeca Roca Pritchard

Fundadora, mentora y secretaria

Uchideshi 5º
Francisco Navarro

Instructor asistente
Bugei / Club Sentekai

Clases: miércoles, viernes

Uchideshi 5º
Julio Llorens

Instructor asistente
Defensa Personal / bugei

Clase: Martes

Uchideshi 5º
Miguel Ricós

Instructor asistente
Bugei

Clases: jueves y sábados



Cuando entras en un Dôjô, verás que es un espacio cuidado por todos y donde se fomenta el respeto y valores, en muchos casos es un microuniverso sagrado que no religioso, permite dar el paso a conectar con tu lado más intimo, escuchar tu voz interna para dar el paso a la transformación en aquello que te propones mejorar junto con el apoyo de alumnos graduados que como hermano mayor su función es de mentor tutelar, el termino en japonés para ello es «Senpai» (先輩 – compañero de antes), ellos se encargan de que la enseñanza llegue a todos correctamente hasta los grados inferiores que toman el termino de «Kôhai» 後輩 – compañero de después.
Cuando entras en un Dôjô, verás que es un espacio cuidado por todos y donde se fomenta el respeto y valores, en muchos casos es un microuniverso sagrado que no religioso, permite dar el paso a conectar con tu lado más intimo, escuchar tu voz interna para dar el paso a la transformación en aquello que te propones mejorar junto con el apoyo de alumnos graduados que como hermano mayor su función es de mentor tutelar, el termino en japonés para ello es «Senpai» (先輩 – compañero de antes), ellos se encargan de que la enseñanza llegue a todos correctamente hasta los grados inferiores que toman el termino de «Kôhai» 後輩 – compañero de después.

Cómo ves es una cadena en cual todos van aportando y vertiendo el contenido y práctica para su ejercicio práctico en las sesiones, esta retroalimentación es muy buena para fijar y nutrir el conocimiento para que no caiga en un vacío desuso, es la moneda de cambio para llegar a ser virtuosos en la práctica, lo que se recibe se comparte, es la transacción del conocimiento lo que realmente te aportará valor y lo mantendrás vivo como herencia entre las generaciones. El acto de sentir el espíritu de las tradiciones que profesamos (Ogawa Ryû, Mondo Ryû y Natori Ryû) es ponerlas en servicio, de ello maduramos y adquirimos la profundidad de lo que en su origen una vez fue.
El Dôjô es una dimensión física pero también, simbólico, funciona como un lugar de purificación, permite meditar activamente, expandir, equilibrar como el descubrirnos, es un lugar creativo de desarrollo personal, la destrucción y creación siempre están presentes, para que ello pueda servir a ese propósito, antes de entrar tenemos que ponernos a disposición y vaciarnos previamente para descalzarnos y reverenciar el momento presente para el aprendizage.
El término «dôjô» tiene sus raíces en el japonés prestado del budismo. La palabra se compone de dos caracteres: «dô» (道), que significa «el camino» o «la vía», y «jô» (場), que significa «lugar» o «espacio». Por lo tanto, «dojo» se traduce literalmente como «el lugar del camino» o «el lugar de la vía».

La relación entre maestros y discípulo va más allá de la mera transmisión de habilidades técnicas marciales. Antiguamente se centraba en formar una persona en su totalidad con un alto nivel de disciplina personal para ser eficiente en en lo que profesa, desarrollar el sentido critico, tener templanza para la toma de decisiones en momentos difíciles, inquieto por la auto mejora constante, noble de carácter siendo ejemplo y de utilidad para la sociedad en el que vivía. Esta relación bidireccional se nutria a través de resultados y pruebas, el alumno no enlejía a su maestro muchas veces, la persona debía estar preparado y mostrar estar a la altura y ser útil para que alguien quisiese gastar su tiempo en enseñarle un oficio que requería un alto grado de responsabilidad y que no todos valían. En Japón aún se ve muy presente en escuelas tradicionales estos patrones, pero con la modernidad y el echo que las artes militares del periodo medieval son obsoletas hoy en día, lo que nos queda es el eco y el propósito de forjarnos en valores entablando una relación emulada lo más realista posible sin olvidar que estamos en el siglo XI.

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